¡Ajáaa, mi pana! Ahora sí vamos a sacar la artillería pesada: el pabellón criollo. Este no es cualquier plato, ¡no, señor! Este es el plato nacional de Venezuela, así de claro. Una combinación gloriosa de arroz blanco, carne mechada, caraotas negras y tajadas de plátano maduro fritas. Eso es más que una comida, eso es una declaración de amor al país en cada bocado.
Así que ponte cómodo, busca un cuchillo que corte bien, una ollita confiable y una playlist de Oscar D’León o algo bien sabroso, porque esta receta se viene cargada de tradición, sazón y mucho orgullo venezolano.
Un poquito de cuento antes de meterle mano
El pabellón criollo no es cualquier plato de domingo, compadre. Esto es cultura, es historia, es ese almuerzo que te da fuerza pa’ seguir echándole ganas a la semana. Cada componente tiene su razón de ser: el arroz representa la nobleza, las caraotas son el pueblo luchador, la carne mechada es el esfuerzo diario, y las tajadas son ese toquecito dulce que, como en la vida, siempre hace falta.
Además, este plato tiene esa cualidad mágica de que, cuando uno lo ve servido en el plato, dice: “Aquí hay comida de verdad”. ¡Vamos pues!
Ingredientes pa’ 4 personas con hambre criolla
Para la carne mechada:
- 1 kg de falda de res (también le dicen “muchacho redondo” o “carne para mechar”)
- 1 cebolla grande
- 1 pimentón rojo
- 3 dientes de ajo
- 2 tomates grandes maduros
- 1 cucharadita de comino
- 1 hoja de laurel
- Sal y pimienta al gusto
- Un chorrito de aceite
- Caldo o agua para cocinar
Para las caraotas negras:
- 2 tazas de caraotas negras (remojadas desde la noche anterior)
- 1 cebolla
- 1 pimentón
- 3 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de azúcar
- Sal al gusto
- Un chorrito de aceite
Para las tajadas:
- 2 plátanos bien maduritos (mientras más negritos, más sabrosos)
- Aceite para freír
Para el arroz:
- 2 tazas de arroz blanco
- 4 tazas de agua
- Sal al gusto
- Un chorrito de aceite (opcional)
Preparación paso a paso, como en casa de la abuela
Carne Mechada (la reina del show)
- Cocer la carne: Echa la carne en una olla grande con suficiente agua o caldo, laurel, sal y un ajo entero. Cocina por al menos 1 hora y media o hasta que esté bien blandita, que casi se deshaga sola.
- Mechar la carne: Cuando esté lista, la sacas del caldo (guárdalo pa’ más tarde), la dejas enfriar un pelo y la deshilachas con un tenedor, con las manos o con el tenedor y un cuchillo si te provoca más fino. Esa carnita desmechada es la base de todo.
- Hacer el sofrito: En un sartén grande o calderito, sofríe cebolla, ajo y pimentón picadito en aceite. Cuando estén transparentes, échale los tomates pelados y picados en cubitos. Deja que se haga una salsita.
- Unirlo todo: Agrega la carne mechada al sofrito, sazona con sal, pimienta, comino y si tienes, un poquito del caldo donde la cociste pa’ que quede jugosita. Cocina unos 10-15 minutos más, removiendo pa’ que no se pegue.
Caraotas Negras (el corazón del plato)
- Remojar y cocinar: Si las pusiste en remojo desde la noche anterior, perfecto. Bótale esa agua, échalas en una olla con agua limpia y cocínalas con la hoja de laurel hasta que estén blanditas (unas 2 horitas o menos si usas olla de presión).
- Sofrito caraotero: Igual que la carne: cebolla, ajo y pimentón en aceite. Cuando esté todo doradito, añade las caraotas cocidas, sal al gusto y un toquecito de azúcar pa’ balancear. Cocina todo junto hasta que quede cremosito.
Tajadas (el toquecito dulce que te hace sonreír)
- Pela los plátanos y córtalos en tajadas largas, como de medio centímetro.
- Fríelos en aceite caliente hasta que estén doraditos por fuera y suavecitos por dentro.
- Sácalos y ponlos sobre papel absorbente pa’ quitarles el exceso de aceite. ¡No te los comas todos antes de servir!
Arroz Blanco (el compañero fiel)
- Lava el arroz hasta que el agua salga clara.
- En una olla, pon el arroz, el agua, la sal y un chorrito de aceite si quieres.
- Cocina a fuego medio hasta que se seque el agua, baja el fuego al mínimo y tapa. Deja unos 15-20 minutos más, y ya tienes tu arroz perfecto.
¡A emplatar, que llegó la hora gloriosa!
Sirve en el plato una buena porción de arroz blanco, un montón generoso de carne mechada, una cucharada bien servida de caraotas y varias tajadas encima o al ladito. A veces la gente pone el arroz en el centro y rodea con lo demás, como formando una banderita criolla.
¿Y pa’ beber? Un papelón con limón bien frío o una malta con hielo. ¡Bendito sea ese almuerzo!
Tips criollos pa’ que te luzcas como en casa de la nona
- ¿Quieres que las caraotas queden con más sabor? Cocina el sofrito con un poquito de tocineta.
- La carne mechada acepta ají dulce si tienes. Le da ese toque bien venezolano.
- Si tienes aguacate maduro, ¡no seas tacaño! Una tajada al ladito del plato hace magia.
- Hay quien le pone huevo frito encima. Eso ya es nivel dios.
Mi pana, el pabellón criollo no es solo comida. Es memoria, es domingo en familia, es mamá gritando “¡el almuerzo está listo!” desde la cocina. Es ese plato que te hace sentir que estás en casa, aunque estés en otro país. Es el resumen de lo que somos: una mezcla de sabores fuertes, dulces y llenos de historia.
Así que no le tengas miedo a los tiempos de cocción. Este plato se hace con calma, con cariño y con mucha identidad. Si lo haces, hazlo con amor y después siéntate a disfrutarlo con el pecho lleno de orgullo, porque estás comiéndote Venezuela en un plato.