Imagina esto:
Te levantas con actitud positiva, el sol brilla, la batería tiene carga, y en tu bolsillo…
Un dólar americano, nuevecito, con la cara de George Washington guiñándote el ojo.
Te sientes poderoso. Millonario. Listo para conquistar el mundo…
hasta que bajas al abasto de la esquina y te das cuenta que en Venezuela, ese dólar sirve pa’ reírte… o pa’ llorar mientras te ríes.
Primera parada: la empanada de la esperanza
Tú llegas con tu billete, lleno de fe, y le dices al empanadero:
— Me da una de carne molida, por favor.
Y él te responde, sin piedad:
— ¿Entera? ¿Con dólar? ¡Jajaja, no mijo! Eso le alcanza pa’ media empanada sin relleno y sin servilleta.
Literal, el tipo parte una empanada por la mitad, la exprime un poco y te la da envuelta en papel periódico que dice “Venezuela potencia mundial”.
Segunda parada: el transporte
¿1 dólar? ¡Uy, papi! Te montas feliz en la camionetica creyendo que vas a llegar a tu destino.
Error.
El colector te dice:
— Con eso te dejo en la esquina… de la frustración.
Y así quedas, varado en Petare cuando tú ibas pa’ La Yaguara.
Ni modo. Caminadita sabrosa bajo el sol con sabor a solera.
Tercera parada: meriendita en la calle
Te acercas a un carrito con toda la fe del mundo:
— Jefe, ¿cuánto cuesta el Toddy frío?
El señor te mira con pesar:
— El Toddy frío está a 1.50.
Tú:
— ¿Y el caliente?
Él:
— Ese no se vende, ese se sufre.
Al final terminas comprando una chupeta media derretida que sabe a “niños de los 90 y desesperación”.
Cuarta parada: el abasto chino
Te metes confiado al supermercado con tu dólar pensando:
«Algo me llevo, aunque sea una Harina Pan.»
Spoiler:
- Harina Pan: $1.20
- Cartón de huevos: ¿cuántos riñones tienes?
- Leche en polvo: solo con financiamiento y fe
- Galletas: sí hay, pero son de esas de coco que nadie quiere
Total: te vas con una bolsa de hielo y la dignidad por el piso.
Quinta parada: el lujito
Te provoca darte un gusto. Algo fino. Un dulce, una pastica, un pancito… algo que diga “me consiento”.
Y entonces te encuentras con el precio de:
- Cachito de jamón: $2.00
- Torta tres leches: $3.50
- Tizana con hielo: $1.80 (sin frutas)
Al final terminas comprando una catalina que más que dulce, sabe a despedida.
Sexta parada: el mundo digital
Dices: “Bueno, por lo menos me compro un mega de internet.”
Te metes en la página de la operadora y descubres que:
- 1 GB de datos cuesta más que tu autoestima
- El dólar solo te alcanza pa’ medio mensaje de WhatsApp
- Y si lo cargas, se desaparece como los ministros cuando hay protestas
¿Y si ahorras ese dólar?
¡Claro! Porque en Venezuela, ahorrar en dólares es como guardar agua en un colador.
Mañana ese dólar valdrá menos que hoy, y pasado será un chiste.
“¿Te acuerdas cuando un dólar compraba algo?”
— ¡JAJAJA SÍ VALE! Y también creíamos que el bolívar fuerte era fuerte.
Humor pa’ no llorar
Ese billetico verde que alguna vez fue símbolo de poder adquisitivo, hoy es el equivalente a una carcajada amarga. Pero como buen venezolano, tú lo estiras, lo multiplicas, y lo conviertes en chiste.
Y ahora tú: ¿Qué harías con 1 dólar en Venezuela?