1. Llega mentalizado: esto va pa’ largo
Primero que todo, reconócelo: no estás en una cola, estás en una prueba de resistencia emocional. Aquí se mide tu fe, tu voluntad y tu capacidad para no decirle cuatro cosas al que se colea con la excusa de “solo voy a preguntar”.
Recomendación: antes de salir de casa, hazte un tetero de Toddy, respira profundo, ponte tu gorra de paciencia y repite tu mantra personal:
“Hoy no voy a explotar. Hoy no voy a explotar. Hoy no voy a explotar…”
2. Ubica la mejor cola con técnicas de espionaje criollo
Entras al súper y te encuentras con tres colas: una larga, una larguísima y otra que parece rápida pero tiene una señora con dos carritos llenos y un fajo de vales de descuento.
Tu misión es evaluar:
- ¿Cuántos productos tiene cada quien?
- ¿Hay niños llorando? (mala señal)
- ¿Alguien lleva carne o productos con “clave”? (más mala señal)
- ¿La cajera está hablando con medio mundo? (sal corriendo)
Consejo ninja: nunca te vayas por la cola que parece más rápida. Eso es una trampa temporal del sistema.
3. La señora con el carrito lleno: tu jefa final
Ya estás en la cola. Delante de ti, una señora con carrito doble piso lleno de Harina Pan, 20 latas de sardina y 7 paquetes de papel toilet (por si acaso vuelve el apocalipsis).
Ella huele tu desesperación, se toma su tiempo, saca la lista, llama a su hija, discute con la cajera y, por supuesto, saca un vale del 2015.
¿Tu deber? No perder la fe. Puedes:
- Jugar Candy Crush sin volumen (respeta el silencio de los que sufren).
- Echarle cuentos a quien esté detrás, pero solo si se ve amigable (nunca sabes si es un agente encubierto de «los que se coleaban antes del 2013»).
- Escribir mentalmente tu carta de renuncia al país. No la vas a mandar, pero alivia.
4. El que llega y pregunta “¿esta es la última?”
¡Cuidado! Este personaje viene con truco. No quiere saber cuál es el final de la cola, quiere marcar territorio sin comprometerse. Lo ves una vez, luego desaparece y —¡pum!— aparece de nuevo justo cuando estás por pagar.
La solución criolla:
“Hermano, esta es la última y yo soy el último. Después de mí no hay más nadie. Si quieres, te anotas en la próxima cola espiritual”.
Y si insiste, lo miras como Simón Bolívar viendo la inflación: con decepción y superioridad moral.
5. El cambio de cola: jugada arriesgada
Pasaste 15 minutos en la cola lenta y ves que la otra se está moviendo. Te cambias. Te sientes listo para ganar. Y en ese momento:
- Se cae el sistema.
- Se acaban las bolsas.
- La cajera se va a break.
- Una abuela empieza a discutir con el gerente porque el arroz subió 2 bolívares.
Moraleja: si ya estás en una cola, ni se te ocurra cambiarte. Eso es tentar al destino y al karma venezolano.
6. Evita perder amistades
Ir con amigos al súper suena como una idea bonita… hasta que se convierte en guerra fría.
- “Yo te dije que agarráramos la cola 2.”
- “¡Si hubiéramos venido más temprano…!”
- “Tú siempre haces que nos coleen porque te distraes con los chicles.”
Sugerencia: si vas en grupo, hagan estrategia militar: uno vigila la cola, el otro agarra los productos, y el tercero cuida los carritos de otros para ganarse puntos extra con la comunidad de supervivientes.
7. Prepárate para la fase final: el momento de pagar
Ya casi lo logras, pero faltan obstáculos:
- El punto no pasa.
- La cajera hace una llamada para verificar el precio del atún.
- El sistema “está lento”.
- La señora antes que tú quiere pagar mitad en efectivo, mitad en pago móvil, mitad en trueque y mitad con bendiciones.
¿Tu estrategia? Mírala con cariño. Piensa en tu tetero de Toddy. Haz yoga mental. Si sobrevives esto, puedes con cualquier cosa.
Saliste del súper… ¿pero a qué costo?
Sobrevivir a la cola del supermercado en Venezuela no es cualquier cosa, es una experiencia casi religiosa. Pierdes tiempo, salud mental y hasta la noción del precio del azúcar. Pero ganas historias, resistencia emocional y una nueva visión de la vida.
Y si logras salir con todos tus productos, sin pelear con nadie, sin perder amigos y con vuelto exacto…
¡Felicitaciones! Te graduaste con honores en “Supervivencia Criolla Nivel Súper”