Uno crece jurando que jamás va a hablar como los viejos. Que no va a decir esas frases raras, llenas de metáforas que no tienen ni pies ni cabeza. Pero mira tú… pasan los años, llega la adultez, las facturas, el dólar paralelo, y de repente estás diciendo: “más vale pájaro en mano que cien volando”, y tú ni pájaro tienes.
Este es un homenaje (y un vacilón) a esos refranes venezolanos antiguos que nos lanzaban nuestras abuelas con una cucharón en la mano o un rosario en la otra. Y lo mejor: ahora los decimos sin pensarlo, como si los trajéramos en el ADN.
Aquí van algunos de los más sabrosos y su explicación criolla sin filtro:
1. “Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente”
Traducción: póngase las pilas, mijo, que si no, lo aplastan.
Ideal pa’ cuando uno se pone a flojear y la vida le pasa por encima como camionetica sin frenos.
2. “Al que madruga, Dios lo ayuda”
Pero eso sí, si madrugas y no haces nada… Dios te ve, pero no se mete.
Este refrán venía acompañado de una arepa caliente y el regaño porque te paraste a las 9am “como si fueras millonario”.
3. “Cría cuervos y te sacarán los ojos”
Puro veneno, directo y sin anestesia. Se usaba cuando ayudabas a alguien y después te pagaban con traición.
La abuela lo decía con una mirada que daba miedo… y siempre tenía razón.
4. “Más vale prevenir que lamentar”
Refrán con sabor a tobo de agua en el baño “por si se va” y linterna cargada aunque no haya amenaza de apagón.
La abuela era la FEMA venezolana, lista pa’ cualquier tragedia.
5. “A buen hambre, no hay pan duro”
Cuando uno tiene hambre, hasta la arepa quemada sabe sabroso.
Ideal para justificar almuerzos improvisados con mortadela y pan del día anterior.
6. “Dime con quién andas y te diré quién eres”
¿Tus panas son locos, rumberos y sin oficio? Bueno… tú sabrás.
La abuela siempre sospechaba del amigo que tenía la franela rota y las uñas largas.
7. “Cuando el río suena, piedras trae”
Traducción: si algo se rumora, es porque algo pasó.
Era el noticiero en versión oral. Si alguien estaba en chisme, era por algo.
8. “Perro que ladra no muerde”
Lo usaban para calmarte cuando alguien estaba echando mucha bulla y poca acción.
Aunque uno igual salía corriendo… por si acaso.
9. “Hierba mala nunca muere”
Pa’ referirse al tío borracho que sobrevive a todo, o al vecino chismoso que nadie soporta pero sigue vivito y coleando.
10. “Gallina vieja da buen caldo”
Refrán con doble filo: uno de cocina (literal) y otro de sabrosura (indirectas a señoras con experiencia).
A veces venía con mirada picarona y un “tú sabes”.
11. “En casa de herrero, cuchillo de palo”
Perfecto para hablar de gente que predica pero no aplica.
Tipo: el mecánico que tiene el carro parado, o el peluquero con el cabello más despeinado que un motorizado en autopista.
12. “El que mucho abarca, poco aprieta”
Se usaba cuando te metías en mil cosas y no hacías ninguna bien.
Tu abuela te lo decía mientras tú intentabas hacer tareas, jugar Nintendo y ver televisión al mismo tiempo.
13. “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”
Abuela modo sabiduría ancestral activado.
Era su manera elegante de decirte: yo ya pasé por ahí, no me vas a ver la cara, chamo.
14. “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”
Spoiler: lo dejamos igual, pero con culpa.
El refrán se usaba justo cuando uno estaba acostado viendo novelas.
15. “Caras vemos, corazones no sabemos”
El refrán ideal pa’ desconfiar del que se ve muy correcto.
Aplicable al que llega sonriente, pero está más enredado que recibo de Corpoelec.
16. “El que tiene tienda, que la atienda”
O sea: si tienes algo, cuídalo, atiéndelo y no lo descuides.
Aplica pa’l negocio, la pareja, los hijos y hasta el perolero del carro.
17. “No hay mal que por bien no venga”
Refrán de consuelo patrio.
Te botan del trabajo… “algo mejor vendrá, mijo”. Te roban el cel… “al menos estás vivo, bendito Dios”.
18. “Lo que es pa’ ti, ni que te quites; y lo que no, ni que te pongas”
Pa’ aceptar lo inevitable con resignación y filosofía criolla.
Si la cosa no se dio, suéltala y sigue… aunque duela.
19. “En boca cerrada no entran moscas”
Cuando la abuela veía que estabas hablando de más o pelando a alguien con chisme fresco, salía esta joya.
Consejo directo al hígado: mejor cállate.
20. “Donde hubo fuego, cenizas quedan”
Y ahí viene el mensaje disfrazado de consejo: ¿Volviste con tu ex? Bueno, se entiende…
¿Cuántos de estos refranes usas tú sin darte cuenta?
Los refranes venezolanos antiguos no solo son frases sabias, ¡son ADN cultural! Son la manera en que nuestras abuelas, abuelos, tías y vecinos nos enseñaron a vivir, sin tanta vuelta pero con mucho humor criollo.
Y aunque uno se burla, lo cierto es que ahora los repetimos con la misma entonación… y hasta con el mismo chancletazo en la mano.
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