¡Eso es! Prepárate porque lo que viene ahora es pura categoría venezolana: la receta de la Polvorosa de Pollo salada. Esta belleza no es cualquier pastelito, no señor. Es una tarta criolla con porte europeo y alma de gallina vieja bien sazoná.
Aquí vamos a meternos de lleno en esta receta que sabe a domingo con abuela, a cumpleaños con comida casera, a esas cocinas que huelen a guiso desde la puerta. Y como te prometí, van más de mil palabras bien sabrosas, con todo el cuento, en nuestro lenguaje venezolano de calle, casa y corazón.
¿Y qué es esta maravilla?
La polvorosa de pollo es como un pastel salado, cubierto con una masa suave, arenosa (de ahí el nombre “polvorosa”), rellena con un guiso de pollo bien aliñado, con su cebollita, ají dulce, aceitunas y toques secretos que cada casa le pone a su manera.
Es un plato de tradición colonial, con influencia europea (tipo pie inglés), pero totalmente tropicalizado por el sazón criollo. Es tan gloriosa que en muchas casas se considera plato especial: de domingo, de visita importante o de “nos vamos a lucir en la cocina”.
Ingredientes (pa’ una polvorosa grande que alcance y sobre)
Para la masa polvorosa:
- 500 g de harina de trigo todo uso
- 200 g de manteca vegetal (o mantequilla bien fría)
- 100 g de mantequilla (también bien fría)
- 1 huevo
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de azúcar
- ½ taza de agua helada (aproximadamente)
- Opcional: una pizca de nuez moscada o pimienta blanca molida (para darle “punch”)
Para el guiso de pollo:
- 2 pechugas grandes de pollo (o 1 pollo entero desmechado si estás en modo pro)
- 1 cebolla grande picadita
- 1 pimentón rojo en cuadritos
- 1/2 taza de ají dulce picado (¡el alma del guiso!)
- 2 dientes de ajo machacados
- 1 tomate maduro rallado
- 1/4 taza de aceitunas verdes picadas
- 2 cucharadas de alcaparras
- 2 cucharadas de pasta de tomate (o salsa de tomate)
- 1/2 taza de caldo de pollo
- Sal, pimienta, comino, y orégano al gusto
- Un chorrito de vino blanco (opcional, pero le da su glamour)
- Aceite para sofreír
Utensilios que vas a necesitar
- Sartén grande o calderito de confianza
- Bol para mezclar la masa
- Molde para pie o tarta (de unos 24–28 cm)
- Rodillo (o una botella limpia si estás en modo survival)
- Brocha para barnizar (puedes improvisar)
- Horno bien prendido y listo para la acción
¡Manos a la obra! Vamos con el paso a paso
Paso 1: Preparar el guiso de pollo
- Cocina el pollo en agua con sal, ajo y un poquito de cebolla. Cuando esté cocido, desmecha bien fino y guarda un poco del caldo.
- En un sartén grande, calienta aceite y sofríe la cebolla, el pimentón, el ají dulce y el ajo hasta que estén bien tiernitos.
- Agrega el tomate rallado y la pasta de tomate. Cocina un rato hasta que se forme una salsita espesa.
- Incorpora el pollo desmechado, las aceitunas, alcaparras, y chorrito de vino si quieres. Salpimenta al gusto y échale comino y orégano como buen criollo.
- Añade un poco de caldo de pollo si está muy seco. La idea es que quede jugoso pero no aguado.
- Deja cocinar todo unos 15 minutos más para que agarre sabor y espese. Pruébalo, ajusta la sal, y llora de emoción si hace falta.
Déjalo enfriar mientras haces la masa.
Paso 2: La masa polvorosa que se deshace en la boca
- En un bol grande, mezcla la harina, la sal y el azúcar.
- Agrega la manteca y la mantequilla bien frías, cortadas en cubitos. Usa tus dedos o un tenedor para mezclar hasta que se forme una especie de arena gruesa.
- Agrega el huevo y poco a poco el agua helada. Ve amasando con suavidad hasta que formes una masa que no se pegue en las manos. No la sobretrabajes, que si no, se pone dura.
- Divide la masa en dos bolas: una un poquito más grande para la base, otra más pequeña para la tapa.
- Envuelve ambas en papel film y refrigera mínimo 30 minutos.
Paso 3: Montaje final (¡ya casi se arma la gloria!)
- Precalienta el horno a 180°C (350°F).
- Estira la bola más grande con un rodillo y forra el molde (previamente enmantequillado). Asegúrate de cubrir bien el fondo y los bordes.
- Vierte el guiso de pollo ya frío sobre la base.
- Estira la otra parte de la masa y colócala encima. Sella los bordes con los dedos o un tenedor.
- Hazle uno o dos huequitos arriba con cuchillo o tenedor para que respire.
- Barniza con huevo batido pa’ que quede doradita y apetecible.
Paso 4: Al horno y a resistir la tentación
- Hornea por 45–50 minutos, o hasta que esté dorada y huela a gloria bendita.
- Deja reposar 10 minutos antes de cortar. Eso es lo más difícil, ¡pero es clave!
Cómo se sirve
- Con ensalada fría, arroz blanco o sola, que igual te va a quitar el habla del sabor.
- Va perfecta con un vinito blanco frío o una malta bien criolla.
Trucos y consejos criollos
- ¿Sin manteca? Solo mantequilla también sirve, pero la manteca le da ese toque arenosito.
- Puedes hacer mini polvorosas en moldes individuales, ¡quedan divinas!
- Congela porciones y recalienta cuando te dé antojo.
¿Y por qué amamos tanto esta receta?
Porque es una receta de herencia, de las que se guardan en cuadernos con letra cursiva y manchas de guiso. Porque es símbolo de hogar, de compartir, de comida con historia. Porque la polvorosa de pollo te abraza desde la primera mordida y te dice: “todo va a estar bien, mijo”.