Si te provoca algo sabroso, fácil de hacer y con sabor a Venezuela, ¡las cachapas son la respuesta a tus antojos! Aquí te dejo la receta para que te luzcas en la cocina y conquistes a todo el que las pruebe. Ah, y si te sale alguna “deformada”, no te preocupes, igual va con queso y nadie se queja.
Ingredientes para 4 personas (o para ti solito, porque créeme, te las vas a querer comer todas):
- Maíz dulce: 230 g (puedes usar de lata, pero si tienes maíz fresco, mejor aún, para sentirte más auténtico).
- Huevo: 1 (el de la suerte, que siempre sale perfecto).
- Leche: 65 ml (ni muy muy, ni tan tan, lo justo para darle la textura cremosa).
- Harina de maíz precocida blanca: 20 g (la misma para las arepas, la de la buena).
- Mantequilla: 20 g (y un poco más para la sartén, porque mantequilla nunca es suficiente).
- Queso tierno al gusto: ¡El que te haga feliz! Que se derrita bien y sea arrechamente delicioso.
Cómo hacer estas Cachapas venezolanas (nivel: papita, maní, tostón)
- Saca la licuadora o el procesador de alimentos, que esto va rápido. Echa en el vaso el maíz dulce, la leche y el huevo, y dale con ganas. Tritura hasta que consigas una masa lo más lisa posible (que no queden grumos, nadie quiere cachapas con «sorpresas»).
- Luego, añade la harina y la mantequilla. Mézclalo todo como si estuvieras entrenando para el Miss Venezuela, que la masa quede perfecta. Ahora, tapa el bol con un film transparente y deja que repose como media horita. Sí, paciencia. La masa también necesita su tiempo de belleza.
- Hora de la sartén: Enciende el fuego a nivel medio, ponle un toque de mantequilla y cuando ya esté derretida (y huele rico), echa un cazo de la masa. Que ocupe bien la sartén, pero no la llenes demasiado. Déjala cocinar hasta que veas esas burbujitas mágicas salir y se despegue sin esfuerzo.
- El momento de la verdad: Con una espátula (y un poquito de fe), dale la vuelta. Ahora viene lo bueno: en una mitad de la cachapa, pon unas buenas lonjas de queso tierno, de esas que se derriten provocativas. Cierra la cachapa y deja que se dore un poquito más mientras el queso hace su magia.
- Sírvelas calientes y prepárate para la ovación. Si ves que alguien no se derrite con cada bocado, mándalo a revisar el paladar, porque estas cachapas están arrechísimas.
Y ya está, ¡listas tus cachapas! Sírvelas con más mantequilla, o si eres como nosotros, acompáñalas con un buen pedazo de cochino frito o con un poco de natilla para el toque extra de indulgencia. ¡Que aproveche!
