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Si alguna vez te has montado en una camionetica venezolana, sabes que el verdadero desafío no es subirte, sino bajar en el lugar correcto. Decirle al chofer dónde quieres bajarte es una de las tareas más estresantes de la vida diaria, porque lo que parece una instrucción clara, puede resultar en una aventura inesperada.

La frase más usada: «¡Déjame donde puedas!»

En la mente de cualquier pasajero, esta frase es el equivalente a “bájame cuando lleguemos a la próxima esquina”. Pero en el mundo del transporte venezolano, puede tener muchos significados. Si tienes suerte, el chofer te dejará justo donde querías. Si no, podrías terminar caminando varias cuadras o, peor aún, en el medio de la nada.

  • Traducción divertida: «¡No me bajes aquí, pero tampoco me dejes tan lejos, que me pierdo!»

El Giro Inesperado

Gritas con confianza: “¡Aquí está bien!”. El conductor asiente, pero, en lugar de frenar, acelera. Ahora te enfrentas a la incógnita de dónde será tu nueva parada, a varias cuadras de tu destino original.

  • Traducción divertida: «¡Prepárate para caminar! No, mejor corre. Porque te bajaron al otro lado de la ciudad.»

La Señal Invisible

Si eres de los que no gritan y prefieren hacer señas con las manos, prepárate para la confusión. A veces el chofer interpreta tu señal como un gesto amistoso y sigue de largo, mientras tú te preguntas si deberías haber sacado un megáfono para hacerte entender.

  • Tip de supervivencia: grita con confianza, incluso si el conductor parece tener problemas de audición selectiva. Y recuerda: si te bajas a medio camino, al menos puedes aprovechar la oportunidad para caminar y disfrutar del paisaje.